martes, 16 de octubre de 2012

Esta noche dime que me quieres.




Hacía mucho que Sofia esperaba esa llamada. Le habría gustado no recibirla, pero sabía que llegaría. Entonces abrió el teléfono. Se quedó en silencio. Oyó su respiración. Tancredi, sonrió y luego le habló. 
- Estaba... Estaba pensado en ti. -Sofia continuó en silencio-. Estaba pensando en como te he echado de menos. Pero no durante estos últimos días. Sino siempre. Estaba pensando en que podríamos ser felices, en lo bonito que sería ser una pareja cualquiera, incluso aburrirnos en un sofá, mano sobre mano, delante de la tele. Estaba pensando en lo bonito que sería discutir, decidir dónde ir de vacaciones, quizá no ponernos de acuerdo. Y en lo bonito que sería dejarte ganar... O no. -Ella sonrió-. Estaba pensado en que tenías razón. Pero lo más importante es que tengo ganas de amar, y tengo ganas de amarte a ti. Te esperaré en el bar de abajo de la iglesia, donde nos conocimos, donde no quisiste ir a tomar algo la primera vez que nos vimos. Te esperaré esta tarde... Y durante toda la noche nos estará esperando un avión que nos llevará donde tu quieras. -Sofia exhaló un enorme suspiro. Y él entendió que era como si le hubiera dicho "¿no quieres decirme nada más?" Entonces él simplemente añadió-: Te quiero.
Y cortó la llamada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario